
Cantidades extremas no observadas anteriormente de radicales atmosféricos hidroxilo e hidroperoxilo (HO2), que han sido generados directamente por las chispas de los rayos, están involucradas en la limpieza de nuestra atmósfera.
Es lo que sugiere un nuevo estudio publicado en Science. Estas cantidades son mucho más elevadas de lo esperado, y eso es bueno.
El OH controla los gases tóxicos
Ya sabíamos que los rayos aumentan la capacidad de la atmósfera...