Desde hace un tiempo vengo utilizando WordPress como gestor de contenidos para publicar en el blog. De hecho, tal y como escribía en este post de hace casi tres años, la primera duda que surge a cualquiera que haya empezado en el mundillo de los blogs es qué plataforma utilizar, ya que en Internet podemos encontrar miles de alternativas disponibles, cada una con sus ventajas e inconvenientes.
Otra de las primeras decisiones que debemos de tomar es si vamos a utilizar una opción gratuita o de pago. En este sentido, en el caso de WordPress, básicamente podemos elegir entre dos opciones: o crear un blog gratuito en wordpress.com, o alquilar un hosting y realizar una instalación de WordPress desde cero con nuestra propia base de datos.
En la primera opción el proceso es gratuito y únicamente pagarías a mayores si quieres un dominio propio, como es mi caso, o si quieres “intentar” monetizar la publicidad que por defecto va a mostrar WordPress, en contrapartida a la gratuidad. En la segunda opción, además del dominio se va a necesitar del alquiler de un hosting para alojarlo.
Obviamente la ventaja de la opción gratuita es el coste cero o bajo coste, en el caso de un dominio propio e intentar monetizar la publicidad, pero la versión de pago nos ofrece mucha más personalización (tanto en diseños propios como en la enorme cantidad de aplicaciones para tu blog), sobre todo si le vamos a dedicar algo de tiempo al blog. Y este hecho de mayor personalización, va a ser muy importante si queremos intentar sacar un rendimiento al blog, con acuerdos publicitarios o tu publicidad propia, y no el sistema publicitario de Worpdress, que daría para otro post por sus ventajas << inconvenientes.
Actualmente, existe un mercado bastante competitivo entre los proveedores de hosting, y los precios han bajado considerablemente en los últimos años. Cabe destacar que por menos de 30€ al año podemos tener nuestro propio servidor virtual con el que tener control absoluto sobre nuestro WordPress.
El problema es que la lista de pros y contras no acaba solamente en el precio. WordPress es la plataforma de publicación más utilizada en el mundo, y al igual que pasa con Windows, es uno de los objetivos principales de los ciberdelincuentes. Por ello, si decides realizar tu propia instalación de WordPress tendrás que realizar ciertas rutinas para mantener a raya a los piratas informáticos.
Del mismo modo, la fundación de WordPress es muy consciente de este problema. Por esta razón, publican actualizaciones de seguridad regularmente. Un ejemplo de ello, es el programa bug bounty, anunciado recientemente, y diseñado para luchar contra estas debilidades.
Un mundo de plugins a tu alcance
Para mí, la principal ventaja de mantener una instalación de WordPress es la cantidad de plugins que podemos encontrar en la plataforma gratuita. Los plugins son desarrollados en su mayoría por la comunidad o empresas privadas, y su objetivo es suplir las carencias que pueda tener el core de WordPress.
Por ejemplo, una de las características que comentaba en el post que he enlazado al principio es la visibilidad de Blogger vs. la de WordPress. Para mejorar este aspecto en concreto tenemos dos plugins que compiten entre ellos en WordPress: All in one SEO y Yoast.
Igualmente, en WordPress podemos encontrar plugins para cubrir prácticamente cualquier carencia, desde una tienda online hasta una galería de imágenes personalizable. Además, otra ventaja de tener nuestra propia instalación es la personalización del diseño, ya que podemos instalar cualquier tema de entre los miles que circular por Internet, ya sean gratuitos o de pago.
También, nos abre muchas posibilidades a la hora de usar nuestro blog con un fin comercial, ya que ser propietario normalmente facilitará las cosas en este aspecto. Asimismo, si nuestro blog se pusiera de moda y recibiera miles o millones de visitas, por ejemplo un efecto menéame, siempre podríamos aumentar el plan que tengamos contratado en nuestro proveedor de hosting.
Conclusiones
Tener contratado nuestro propio alojamiento o hosting puede merecer la pena, aunque la parte negativa es que tendremos que trabajar más, sobre todo al principio, y especialmente como es mi caso, si no quieres aprender mucho de Worpdress (la ventaja del .com es que te lo da en bandeja, a coste de menos funciones que pueden resultar vitales según avanzas en el blog). Por otro lado, los beneficios serán más amplios… algo muy a tener en cuenta, si quieres crear una marca o que el blog te sirva también como reclamo/portfolio de tu trabajo. Y es que ya sabéis: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.
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